jueves, 2 de febrero de 2017

La historia de Suramar y la Fortaleza Nocturna



Suramar, la joya más brillante del antiguo Imperio Kaldorei. Sólo detrás de la ciudad capital de Zin Azshari, la ciudad se mantuvo como un testamento de la majestuosidad del Imperio de la Reina Azshara.

Construida sobre una red de lineas de energía arcana, poseía un elaborado sistema de tuneles bajo la superficie. Aquellos túneles, conocidos como el Arco, fueron equipados con bobinas que permitian a los Altonato obtener energía directamente de las lineas ley, lo que les premitió, convertir a la metrópoli y a las regioles adyacentes en un bastión del conocimiento arcano.

En sus alrededores, se ubicaban los cuarteles centrales de la Guardia Lunar y además, la academia de la gran ciudad de Nar'thalas.

Hogar de algunos de los sirvientes más leales a la reina Azshara, Suramar sirvió como una base de operaciones de un grupo de hechiceros Altonato quienes, además de tener otras responsabilidades, se especializaron en la adquisición de artefactos de gran poder como por ejemplo, los Pilares de la Creación. Reliquias que jugaron un papel crucial en la sobrevivencia de Suramar durante la devastadora Guerra de los Ancestros. 

Durante el la guerra, aunque los Altonato siempre habían sido leales a Azshara, la alianza que formó con la Legión Ardiente desató muchas dudas debido a que muchos de los elfos del imperio, fueron atacados, asesinados y contaminados con energía vil durante la marcha de los demonios.

Elisande, la Gran Magistrix de la ciudad de Suramar, pronto entendió que la Legión había elegido ese sitio como el lugar perfecto para abrir un segundo portal que permitiera que las tropas de demonios pudieran pasar a través de él. Y así fue, los demonios pronto inciaron la construcción dentro del Templo de Elune, ubicado en la ciudad. Reacios a correr el riesgo de que Suramar se destruyera y los habitantes murieran, la Gran Magistrix junto con sus aliados, haciendo caso omiso de las instrucciones de su reina, asaltaron el templo y usaron los Pilares de la Creación para neutralizar el portal que conectaba con el Vacío Avisal. Destruyeron a las fuerzas de la Legión y además, con ayuda de las reliquias crearon sellos irrompibles que cerraron la entrada. 

Con el templo cerrado, y los demonios eliminados llegó la hora de asegurar el futuro de los Altonato. Para mantener el control de la ciudad y tener la posibilidad de hacer frente a sus enemigos en el futuro, crearon una fuente, utilizando el Ojo de Aman'Thul, uno de los Pilares de la creacion, llamada la Fuente de la Noche, y la ubicaron en el corazón mismo de la ciudad.
Ya que la guerra continuó, en vez de unirse a la resistencia Kaldorei, los elfos de la Noche de Suramar construyeron un gran escudo alrededor de la ciudad que los protegiera tanto de la furia de los aliados de la Reina Azshara como de el Gran Cataclismo que sucedió al final de la Guerra de los Ancestros. Aunque partes aledañas a la ciudad, cinluyendo el Templo de Elune, fueron arrancados y enviados al fondo del mar la mayor parte de esta sobrevivió, permitiendo mantener a los ciudadanos ilesos. 

Con el escudo encerrando la ciudad, los Altonato se encontraron a si mismos privados tanto de la luz solar como de la luz de la luna, por lo que se encontraron obligados en convertir la Fuente de la Noche en algo que les diera alimento. La energía, aunque mantuvo vivos a los habitantes durante milenios, los cambió para siempre y los convirtió en una nueva raza, llamada Nightborne. 

En el último retorno de los demonios, las volátiles energías de la Fuente de la Noche captaron la atencion de la Legión y atrayeron nuevamente a las fuerzas viles a la ancestral ciudad elfa. 

Esta vez Elisande y sus consejeros recibieron una oferta: Si bajaban los escudos y dejaban la fuente a la Legión, los habitantes de la ciudad no sufrirían el terrible destinto que tenían preparados para ellos. Cualquier tipo de resistencia, resultaria en el asesinato de cada hombre, mujer y niño de la ciudad.

La elección parecia obvia para la Gran Magistrix y la mayoría de sus consejeros, bajar el escudo significaría salvar a su gente. Pero para otros, como la Primera Arcanista Thalyssra, una de los consejeras más confiables, rendirse y aliarse con la los monstruos que los forzaron a esconderse y que destruyeron sus tierras y los transformaron para siempre, era algo que ella y que muchos otros no podian permitir. Thalyssra decidió organizar un montín contra Elisande, para evitar que bajara el escudo de la ciudad pero, sin embargo, este no funcionó y la barrera de Suramar fue desactivada, dando paso a un peligroso periodo en el que los demonios dominaban la ciudad.



El presente: Asalto a la Fortaleza Nocturna y la Fuente de la Noche 

Los eventos anteriores nos traen al presente, donde se ubican fuerzas rebeldes en la ciudad de Suramar, quienes al mando de la Gran Arcanista Thalyssra, se aliaron con las fuerzas de la Alianza y de la Horda para atacar la Fortaleza Nocturna.

La Fuente de la Noche se ubica en la Gran Fortaleza Nocturna, Elisande ha reinado sobre Suramar desde su palacio durante milenios junto a sus consejeros mas leales y algunos de los agentes más importantes de la Legión. Juntos, las fuerzas del mal harán todo lo que esté al alcance de sus manos para mantener el control de la fuente y prevenir que los héroes de Azeroth puedan liberar a la ciudad.

Gracias a los espías de Thalyssra, las fuerzas de la Horda y de la Alianza han podido recolectar información sobre los enemigos que protegen el palacio.

El primero, es conocido como Skorpyron, un escorpión gigante que absorbió una gran cantidad de energia arcana de la fuente. Luego de él, al interior del palacio se encuentra la Anomalía Cronomatica, la encarnación misma del poder del Ojo de Aman'Thul. 

En tercer lugar se encuentra Trilliax, un orgulloso ex sirviente de la aristocracia Natonocturna, quien fue descartado y abandonado al deterioro junto a otros ensamblajes. Aunque conserva la voluntad inquebrantable de realizar sus tareas, el paso del tiempo fracturó su matriz de personalidad y ahora cambia de un modo a otro de manera imprevisible. Puede ser un atento cuidador o un esterilizador homicida que ansía el reconocimiento y la aprobacion de un amo que ya no existe. 

Más alla, se encuentra Aluriel, quien siempre tuvo afinidad con la magia. Las fuentes de Thalyssra dicen que avanzó por los rangos de la Guardia Nocturna sin ningpun esfuerzo y además, estudió magia en la Universidad de Suramar. Sus armas, las forjó a partir de la fuente misma, mezclando hechizos mágicos con metales preciosos. Es una experta en el arte del fuego, la escarcha y lo arcano por lo que es muy peligrosa.  Luego de ella, los heroes que ingresen a la fortaleza se encontrarán con el Alto Botanista Tel'arn quién desde su juventud estuvo fascinado por las plantas. Ayudado por las energias de la Fuente de la Noche, se transformó tanto que, apenas es reconocible como un elfo natonocturno Ahora se dice que se ve como algo mucho, más verde, y más grande. 

Luego, está el astromante nato noctuno Etraeus quién dedicó largos años de investigacion a explorar los cielos de Azeroth en busca de respuestas a los grandes misterios del universo. Así, vió mundos cuya esencia puede extraer gracias a el poder de la fuente de la noche, lo que le permite amplificar sus propias capacidades. 

En la aguja de la noche se encuentra el Señor del Terror Tichondrius, antiguo lider de los Nathrezim, quien fue una vez asesinado por el poder recién despertado del mismísimo Illidan Tempestira. Reconstituido en el Vacío Abisal, Tichondrius regresó para vigilar a Gul'dan en nombre de la Legión, y así evitar que falle otra vez.

Si los héroes son capaces de derrotar a Tichondrius encontrarán a Krosus, una de las criaturas más grandes y poderosas de los ejercitos de la Legión. Fue derrotado en la Costa Quebrada por la fuerza combinada de los mayores heroes de la Horda y de la Alianza y, tras recuperarse de sus heridas, volvió para aplastar a los enemigos de la Legion. 

En antepenúltima sala se encuentra la Gran Magistrix Elisande, quién una vez destacó por resistirse al poder de la Legión. Diez mil años despues, la llegada de la Legión no le brindó la misma oportunidad. Por último se encuentra Gul'dan, el orco brujo de la realidad alternativa que ahora vusca lograr la victoria definitiva en nombre de sus amos de la Legión Ardiente. En lo alto de la Fortaleza, este busca abrir un portal a Argus, para traer definitivamente al titán caído Sargeras a Azeroth. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario